lunes, 16 de febrero de 2009

CARNAVAL EN BURGOS

En Burgos no se puede hablar de carnaval, ¡chitón!, y no es que no nos dejen, es que en el Burgos antiguo no existe el carnaval, el carnaval es una idea moderna, de hecho, como ahora lo conocemos no aparece hasta bien entrado el siglo XVIII.

En Burgos podemos hablar, y mucho de “Carnestolendas”, de ir de “Antruejo”, de hacer “Marracanadas” e incluso de “Mojigangas” y “Mascaritos”, pero nunca de chirigotas, murgas ni comparsas, esto, como digo, es la idea moderna del Carnaval, mas propia de otras latitudes, donde la bonanza del clima permiten otras demostraciones e incluso que las mozas vayan en folguetas cuando no en pura porreta.

Sin embargo, en cuanto se pone uno a “arrascar” en la historia aparece el carnaval antiguo, con gran arraigo en nuestras tradiciones, se puede decir que el carnaval burgalés se pierde en la noche de los tiempos, mezclado con ritos arcanos de los pueblos anteriores a la romanización. Pero es precisamente la civilización romana la que nos aporta la idea primigenia de nuestro carnaval que sin duda está unido a la Lupercalia que se celebraba, precisamente, en estas fechas en honor del dios Pan.


Posteriormente la religión cristiana consigue adaptar estas celebraciones a su liturgia pero la tradición permanece y no es gratuito pensar que figuras de nuestro carnaval, como son los “Zarragones” o los “Cachibirrios” o los “Capidiablos”, siempre provistos de un zurriago o una bochincha para golpear a niños y sobre todo a las mujeres, no es otra cosa que la adaptación de los ritos de fecundidad de las lupercales.

Otra costumbre pagana que ha llegado a nuestros días, ésta con menos fuerza, aunque se sigue realizando en diversos puntos de nuestra provincia, es la de arrojar ceniza a los concurrentes, desde luego también está unida a la Lupercalia y se trata de un individuo del pueblo, algunas veces disfrazado, que recitando versos disparatados trata de atraer a los curiosos, a los que sorprende arrojándoles ceniza o harina o incluso salvado.

En alguna de nuestras zonas aparecen “Tarascas” o la “Vaca Curra o Romera”, pero éstas son más propias de otras celebraciones como puede ser la del Corpus Christi o el teatro.



El “Jueves de Todos” sin duda también desciende de los ritos lupercales y como tal subsiste en todas las culturas romances, en Francia es el “Mardi Grass”, en Italia el “Lardero” y en Portugal la “Terça Feira Gorda”, en todas ellas los niños visitan las casas solicitando con canciones golosinas o algo para merendar, en Burgos suele ser :



Somos niños de la escuela,
que venimos a rogar
a la dueña de esta casa
que nos de “pa” merendar.

Otras veces se completa con el Juego del “Higuí”, en el que algún adulto disfrazado, atrae a la chiquillería con un higo atado a un cordel colgando de un palo mientras recita con voz chillona:


Al higuí, al higuí
que con la mano, no
que con la boca, si.

Otra mojiganga carnavalesca de nuestra tradiciones es el entierro de la sardina, que todos conocemos y está muy extendida en toda España, sin embargo en Burgos, también toma formas propias como cuando el “oficiante” que suele ser el herrero del pueblo, rocía a la gente con una escoba y un pequeño caldero, parodiando las salmodias fúnebres como:

Mocitas, las de este pueblo
no tengáis miedo
porque el hisopo
tieso lo llevo.

Suele acompañarle un monaguillo con una especie de roquete repleto de nabos que contestaba al “oficiante” con aquello de:

Aunque de nabos me veis vestido
el más gordo lo llevo bien escondido.

El Carnaval Moderno, como ya se ha dicho surge en el Siglo XVIII, con figuras como los Arlequines, Pierrots y otros que recuerdan con sus vestidos a nuestros "Zarramacos", "Colachos" y "Tetines" que desde luego, vienen mucho mas de antaño como dicho queda.